Neuropedagogía, neurociencia más pedagogía,
Mejorar la práctica educativa: la estructura y las funciones cerebrales potenciadas con luz
En muchas ocasiones las cosas más transcendentales para nuestras vidas, las más importantes, las damos por supuestas como si fueran algo obvio que nos perteneciera por derecho propio y quizás por esa razón no las valoramos como deberíamos, la luz es una de ellas, sin luz nuestro mundo no existiría como tal, sin luz la vida como la entendemos no se hubiera producido, la luz está en el origen y en el devenir de la vida, presente en cada instante en todo tiempo y lugar y a pesar de ello, continúa siendo una desconocida cuanto menos, en muchas ocasiones, la ninguneamos porque nos la damos por atribuida. Desde Dr. Lefebure Methods® llevamos seis décadas trabajando con la luz y explicando cómo actúa en nuestro rendimiento intelectual, emocional e incluso sutil, todavía más, desvelamos un secreto que ha acompañado al hombre desde que es hombre, la fertilización de las capacidades mentales mediante la luz natural transformada en luz interior, los fosfenos. Nuestros trabajos han llevado al éxito a decenas de miles de alumnos en todo el mundo una nueva neuropedagogía de luz mediante la activación de la glándula pineal con fosfenos.
Cuando miramos una fuente de luz natural adecuada un tiempo determinado y de cierta forma, se crea en nuestro campo visual una luz interior, un sol que varía de colores y que evoluciona con unos ritmos propios durante aproximadamente unos tres minutos, dicha imagen va mucho más allá de una simple imagen de persistencia retiniana, los fosfenos tienen relación con el estado mental del individuo que los realiza, son fotografiables, son dirigibles, son exteriorizables y cuando están presentes nuestra agilidad mental se agudiza, nos sentimos mejor y más centrados, estamos más creativos e intuitivos y nuestra empatía se manifiesta clara y naturalmente.
Los fosfenos son una experiencia única, muy especial, y quien los hace tiene la certeza de que está viviendo una luz interior muy íntima, muy personal, arraigada en la fisiología del ser y en lo más profundo de su consciencia. Lucidez, equilibrio emocional y conexión sutil quizás sería, en una primera aproximación, lo más obvio y destacable de realizar fosfenos, es decir, de llevar la luz al interior de nuestro cerebro.
Los fosfenos son un recuerdo parafísico de la luz que los creó, la luz natural exterior manifestada en luz interior. Los fosfenos específicamente son, la transmutación de esa luz exterior realizada por nuestro cerebro, mediante el asiento del alma como denominaba Descartes a la glándula pineal.
Los fosfenos permitieron al Dr. Lefebure realizar geniales descubrimientos en fisiología cerebral todavía hoy muy avanzados, no a su tiempo si no al nuestro, y son una forma de estimulación de todas las facultades de nuestro cerebro, ese es pues uno de los enormes aportes de Dr. Lefebure Methods® a la neuropedagogía, recordemos neurociencia, luz interior, explosión neurológica que produce el fosfeno, y pedagogía, la transformación de dicha luz consciente en mejora cognitiva.
El proceder es tan obvio, de tan pasmosa facilidad que uno tiene la certeza de que está ante algo maravilloso porque siempre es así con las cosas importantes, son sencillas, fáciles y naturales.
Con únicamente tres minutos uno ya puede entrever las posibilidades de una nueva neuropedagogía con los fosfenos y la activación de la glándula pineal. Los fosfenos están unidos a los ritmos cerebrales del sujeto, son como un espejo y se rigen por las mismas leyes de alternancia que las imágenes mentales. Llevar la luz al interior del cerebro es algo que la humanidad ha realizado desde siempre, mirar el fuego genera fosfenos, mirar el sol, las estrellas y la luna, indefectiblemente crea fosfenos, observar el cielo luminoso la llama de una vela, un espejo, una superficie pulida, el reflejo del sol en el mar, en la arena, y un larguísimo etcétera genera fosfenos. Aunque la historia de la luz interior viene todavía de más lejos…